
El Grandland Electric existe desde que se lanzó el mercado la segunda generación del SUV mediano de Opel. El modelo fue develado en el primer semestre de 2024, pero demoró varios meses en llegar comercialmente a los mercados europeos.
Por entonces lo hizo exclusivamente en versiones con un motor trasero de 210 Hp, tracción simple y baterías de 73 y 82 kWh de capacidad, para 523 y 582 km de autonomía (WLTP), respectivamente. Pero como el Grandland se construye sobre la plataforma modular SLTA-Medium del Grupo Stellantis, una base con arquitectura de 400 voltios, puede incorporar un segundo motor para obtener tracción total.
Y aprovechando su presencia en el Salón de la Movilidad de Munich 2025 (IAA Mobility), Opel estrena en sociedad los nuevos Grandland Electric AWD, que por ahora llegan con batería de 73 kWh, pero que este mismo año adicionarán variantes con una enorme batería de 97 kWh, que promete entregar hasta 700 kilómetros de autonomía.
Respecto de la nueva mecánica, al motor trasero se suma un motor delantero para una potencia conjunta de 239 kW o 325 Hp de potencia y 509 Nm de torque, y junto a la batería de 73 kWh entrega 489 kilómetros de autonomía.
Gracias a una potencia de carga rápida de 160 kW, el Grandland Electric puede recuperar 160 km de autonomía en 10 minutos y pasar del 20 al 80% de su capacidad en 29 minutos.
Opel indica que este sistema de tracción total no tiene como objetivo mejorar las prestaciones en carretera, sino elevar la la motricidad en condiciones de terreno adversas y la estabilidad. Por lo mismo, ofrece un sistema de distribución inteligente del par entre ambos ejes, que varía en función del modo de conducción seleccionado.
Y sólo en el modo 4WD ambos motores trabajan de forma permanente para ofrecer el máximo agarre, mientras que en el modo Sport se prioriza la entrega del motor trasero, y en los modos Normal y Eco se utilizarán ambos motores sólo en circunstancias muy especiales.
Junto con esto, el Opel Grandland Electric AWD ofrece de serie el sistema de amortiguación de frecuencia selectiva, que se adapta de manera continua al tipo de superficie y al estilo de conducción del usuario, suavizando las irregularidades del asfalto urbano y ofreciendo una respuesta más firme en carreteras.
El nuevo Grandland AWD mantiene las dimensiones del modelo que también se comercializa en Chile hace sólo unos meses (4.650 mm de largo, 1.905 mm de ancho, 1.661 mm de alto y 2.784 mm entre los ejes), y el diseño es prácticamente el mismo que las variantes no eléctricas, que como sabemos, se inspiraron en el conceptual Xperimental.
Destaca el frontal muy futurista, con el Opel Vizor horizontal, el emblema "electrificado" de Blitz en el centro, una nervadura muy marcada que converge desde el capó, y las luces LED que unen visualmente todo el ancho del vehículo. La carrocería mantiene su apariencia bitono con el techo y la carcasa de los espejos en color negro brillante. Y una zaga donde destacan las letras Opel iluminadas.
Como exclusivo de esta versión AWD están las llantas de 20 pulgadas con acabado Diamond Cut, los paragolpes con elementos decorativos en aspecto carbono y los faros Intelli-Lux HD.
El interior, salvo equipamientos que podrían ser exclusivos de esta versión, replica el diseño atrevido, cálido y atractivo, donde resaltan las líneas que atraviesan el panel de instrumentos hasta las puertas, lo que mejora la sensación de amplitud y espacio, y la pantalla multimedia central de 16" ligeramente orientada al conductor, con una consola central alta y generosa.
No es seguro que Opel lleve el Grandland Electric a Chile, pero si decide hacerlo, esta versión AWD podría dar dura batalla a los principales competidores en el segmento.