Porsche cierra el año con el debut de dos deportivos de alto calibre, se trata del 718 Boxster GTS y el 718 Cayman GTS, que por la cantidad de poder se convierten en la versiones más rabiosas de este par de deportivos de motor central.
Manteniendo el cuatro cilindros turbo de 2.5 litros, pero con una serie de mejoras en el conducto de admisión y en el turbocompresor, el motor de este par de modelos ven una ganancia de 15 caballos en relación al 718 S, y de 35 Hp frente al GTS anterior, que estaba dotado de un corazón de aspiración natural.
Esto indica que el bloque entrega una potencia total de 365 Hp y un torque de 503 Nm de par, disponible entre 1.900 y 5.000 rpm. Una vez que se parte desde 0 con el pedal del acelerador a fondo, esta dupla recorren en el velocímetro los primeros 100 km/h en únicamente 4,1 segundos. Siguiendo a este ritmo, el vehículo tiene como tope una velocidad máxima de 290 km/h.
Fiel a la costumbre de las versiones GTS, el 718 Cayman y 718 Boxster reciben un tratamiento estético que consiste en la integración de componentes en color negro. Tal es el caso de los emblemas, las llantas de 20 pulgadas, las salidas de escape, el difusor y los grupos ópticos.
Simultáneamente, esta genética del exterior es llevada a la cabina por medio de los asientos deportivos con los logotipos GTS. Además de los asientos, la tapicería de alcántara está presente en el volante, consola central y reposabrazos. A la par de estas decoraciones, el interior destaca por el cronómetro del paquete Sport Chrono.
Además, los conductores pueden ser asistidos por el Porsche Track Precision App, que permite grabar, mostrar y analizar automáticamente los datos de conducción desde una aplicación en el teléfono celular.