Por quinto año consecutivo, Autocosmos selecciona para nuestros lectores y seguidores a un selecto grupo de modelos lanzados o renovados este año, para recomendarlos como una buena opción de compra de cara a 2026.
Estos Recomendados de Autocosmos fueron elegidos basándonos en un amplio abanico de cualidades: propuesta de valor, nivel seguridad, calidad de manejo, relación precio/producto, equipamiento destacado, o simplemente porque son los que más nos gustaron. Esta selección es sólo una guía para quienes están en proceso de búsqueda de un auto nuevo, y entendemos que seguramente no todos estarán de acuerdo con ella.
No fue una selección sencilla. Para que se hagan una idea, entre diciembre de 2025 y noviembre de este año (período que utilizamos para nuestra selección) se lanzaron en Chile 154 nuevos modelos, ya sean cambios generacionales, actualizaciones de mitad de vida, actualizaciones mecánicas o vehículos debutantes. Y además llegaron algunas nuevas marcas.
Vale decir que Autocosmos sólo recomienda modelos que han sido manejados y probados por nuestro equipo editorial, y en pos de una campaña por mejorar la seguridad de nuestros autos, sólo recomendamos modelos que tengan de serie 6 airbags, valorando, además, la presencia de asistencias avanzadas a la conducción.
Y como parte de este grupo de 15 modelos Recomendados para 2026, te dejamos el Opel Grandland.
Opel Grandland: características generales
Se trata de la segunda generación del SUV mediano de Opel, que desembarcó en Chile en tres versiones, con tres niveles de equipamiento y una única motorización microhíbrida a gasolina. Es un modelo emparentado directamente con el Peugeot 3008 y el Citroën C5 Aircross, sin ser ni tan vanguardista como el SUV del León, ni tan cómodo y práctico como el del Doble Chevrón.
Se fabrica en Alemania utilizando como base la plataforma STLA Medium de Stellantis, una base que no sólo le permite ofrecer electrificación, sino que comporta una calidad de rodado sobresaliente. El modelo también estrena un nuevo lenguaje de diseño exterior e interior inspirado en el conceptual Experimental.
El Grandland no es tan grande por fuera como lo es por dentro, mérito indiscutible de esta plataforma. El habitáculo sorprende por su buen nivel de equipamiento, su alta percepción de calidad y su amplio espacio interior, sin olvidarnos del alto confort representado por los asientos con certificación AGR.
El diseño está muy lejos de la propuesta futurista de su primo 3008, pero la parte digital está bien presente, con pantallas orientadas al conductor, conectividad sin cables, accesos directos y botones. También hay una generosa oferta en seguridad, con 6 airbags, cámara de 180° con sensores, control crucero adaptativo y una suite con las principales asistencias.
En cuanto a la mecánica, para esta generación Opel se decantó por un tren motriz microhíbrido de 1.2 litros turbo, tricilíndrico, que entrega 136 Hp de potencia y 230 Nm de par, gestionado por una caja automática de seis marchas. Ojo, no es el motor con correa de distribución bañada en aceite, sino que incorpora cadena.
Al estar apoyado por un bloque eléctrico con 28 Hp generado por una batería de 48 voltios, la potencia combinada del tren motriz es de 145 Hp. Los rendimientos homologados por el 3CV dan cuenta de: 23,3 km/l; 18,9 km/l en carretera y un mixto de 20,4 km/l.
Opel Grandland: por qué lo recomendamos
Primero, porque en un mercado donde el segmento de los SUV medianos ha sufrido mucho por el aumento de los precios y la inclusión de nuevas marcas de origen chino que ofrecen más por menos, la propuesta de Opel parece sensata para quienes no son tan amigos de los diseños extrafalarios o de los interiores totalmente digitales. Tiene un enfoque práctico y familiar, a un precio alto pero justificable.
Segundo, es un auto moderno en construcción y en tecnología. La nueva plataforma de Stellantis ofrece una alta rigidez estructura y un confort de marcha sobresaliente, haciéndolo no sólo cómodo y suave de conducir, sino que lo suficientemente aplomado como para sacarle buen provecho. Y si bien su motor microhíbrido podría parecer pequeño en tamaño y potencia, es sumamente ágil y altamente eficiente, ofreciendo una experiencia de manejo de alto nivel.
Tercero, el interior no sólo es grande y habitable, sino que denota calidad alemana, y eso es un punto muy alto en Chile, donde se sobrevalora este origen. Sin ser lujoso, el Grandland es un auto bien construido y destaca por su diseño funcional, con la cabina enfocada hacia el conductor y muchos mandos de accesos directos que nos evitan la sobre interacción con la pantalla.
Finalmente, porque la seguridad ha sido siempre un pilar en Opel, y en el Grandland se ofrece un completo paquete de asistencias a la conducción de serie. Y son de aquellas bien calibradas, no de las molestas que terminan siendo apagadas.
