Desde Paris a Sao Paulo, y próximamente a Santiago. El Suzuki Jimny 2019 es un auto que tiene muchísimas expectativas sobre sus hombros y llega a ser un poco peligroso, porque todos sabemos cuándo las expectativas son demasiadas: terminan en decepción, porque imaginamos más cosas de las que realmente son (y que pueden ser características muy buenas).
Del Jimny ya se ha dicho bastante. Lo primero, es que se monta en una nueva estructura que cuenta con un refuerzo en X entre la caja de cambios y la caja de transferencia, además de 8 puntos de anclaje reforzados, para mayor rigidez y confort. A nuestro país llega el modelo global, con parachoques prominentes y pasos de rueda ensanchados. En Japón se ofrece una versión sin pasos de rueda, ruedas más pequeñas y con parachoques más integrados al chasis para lograr la homologación de Kei Car. Esa versión más pequeña del Jimny 2019 también cuenta con un motor muy pequeño de tres cilindros. En nuestro caso, es un 1.5 de 100 Hp y 130 Nm de torque, asociado a una transmisión manual de 5 velocidades (a la que sospechamos, le llorará una sexta) o automática de 4, la que se conecta al sistema AllGrip Pro de tracción a las cuatro ruedas, con modos 2H, 4H y 4L y un control de tracción inteligente que emula la función de un diferencial LSD con los frenos para desatorarnos de cualquier situación.
En el interior del pequeño Suzuki, que al menos nos pudimos subir, nos gusta que se ha mantenido el ambiente espartano, con plásticos durables y que, en cuanto a estilo, presenta algunos elementos con pernos expuestos. El sistema multimedia se encuentra al nivel del clúster para una fácil visualización, con la palanca de cambios en el suelo (la automática ligeramente más elevada) y la de transferencia inmediatamente atrás.
En materia de seguridad, el Jimny 2019 cuenta con asistencias electrónicas como reconocimiento de señales de tráfico, frenado automático de emergencia, sistema de detección de fatiga del conductor, advertencia por abandono de carril o el asistente de cambio automático de luces. Estos elementos ojalá esperemos lleguen a Chile (y no a un precio desmedido)
Otro de los puntos destacados de este Suzuki Jimny es que pese a sus reducidas dimensiones (tiene una longitud de 3.65 m, 1.65 m de anchura y 1.73 m de altura) cuenta con una capacidad de maletero de tan solo 83 litros, la cual crece hasta 377 litros cuando los asientos traseros se abaten, lo cual significa un aumento de 53 litros con respecto al modelo saliente. Cuenta con un despeje al suelo de 210 mm, ángulos de ataque de 37 grados, 49 grados de salida y 28 entre ejes.
De estilo, mucho se ha dicho que es una copia de un par de modelos, cuando la realidad es que solo rememora a los Jimny originales, con una silueta más cuadrada y de mayor carácter que su predecesor, de corte más moderno y redondeado. Aquí la parrilla frontal claramente nos lleva de regreso a los ochenta, al igual que los focos traseros dispuestos en el parachoques inferior. Su techo, tipo "pagoda" presenta canaletas, para que no te caiga el agua al abrir la puerta cuando llueve.
En resumen, nos encantó. Mantiene todo lo que nos ha gustado siempre del Jimny, incluyendo verdaderas aptitudes off-road, pero ahora con más seguridad (aunque sacó tres estrellas en Euro NCAP), más confort y un estilo retro que reconforta. Ya queremos ponerle las manos encima y ver de lo que es capaz.
