Pareciera que cada vez son menos los autos que utilizan caja manual y sistema de embrague, al menos en los segmentos más grandes. Tanto así, que cuando algún icónico deportivo sorprende con la posibilidad de incluir transmisión manual es todo un acontecimiento, ya que prácticamente toda la industria está usando automáticas, que además son cada vez más deportivas y eficientes. Bueno, ahora resulta que la caja más "antigua" podría volver con una novedad interesante.
La caja manual sin pedal de embrague
Más allá de lo que dicten las tendencias, parece que Ford tiene en carpeta un proyecto para crear una caja manual sin pedal de embrague. Según una patente de la marca en la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos, el Óvalo está trabajando en una transmisión manual que conservaría la palanca de cambios y la capacidad de cambiar de marcha manualmente, pero sin la necesidad de usar un pedal de embrague, sino accionándolo de forma electrónica.
¿Cómo se aplicaría?
Básicamente, la transmisión y la caja de cambios conservarían los mismos componentes que una caja manual tradicional. Para algunos modelos en particular, Ford habría previsto un pedal de embrague hecho para realizar cambios más rápidos, pero en los demás que no se necesita de tanta velocidad, quien maneja podría dejar que la electrónica cumpla con la función del embrague.
El sistema, que podría ser utilizado para cualquier tipo de vehículo, podría verse por primera vez en un Bronco o en las versiones deportivas ST. Igualmente, tampoco está descartado que haga su primera aparición en el nuevo Mustang.
El sistema no es tan revolucionario como parece
Lo que pareciera ser una idea disruptiva, en realidad tiene un claro antecedente: en 1999, FIAT presentó el Palio Citymatic, que contaba con una idea bastante similar. En aquel caso el pedal de embrague era reemplazado por un cable, que se accionaba al mover la palanca de cambios, por lo que no hacía falta el uso del pie izquierdo, algo que se utilizó para promocionar el desarrollo.
Más tarde, el sistema le dio pie a las llamadas cajas manumáticas, unas transmisiones automáticas infames que en realidad eran cajas manuales robotizadas, como las Dualogic, Easytronic e I-Motion, que en su mayoría se caracterizaron por su artificialidad y lentitud.