Por fin, luego de muchos rumores y especulaciones, Mazda nos ha compartido todas las características de su nueva plataforma SKYACTIV Multi-Solution Scalable Architecture Large Platform Group. Y para no complicarnos demasiado, en lo sucesivo la denominaremos “SKYACTIV Large”.
Y no solo fueron las especificaciones. También manejamos el primer producto que emplea esta nueva plataforma de Mazda, el CX-60, que como ya sabemos, llega a nuestro mercado a fines de este año.
Aún así, tuvimos la oportunidad para experimentar a fondo los aspectos técnicos de esta arquitectura que empleará el futuro CX-90 de 3 filas de asientos, que reemplazará al conocido CX-9, así como otro producto completamente nuevo que se denominará CX-70, y que presumiblemente será bastante similar en dimensiones a este CX-60.
En total, serán 5 modelos distintos los que utilizarán esta nueva plataforma, todos SUV y con aspectos específicos para los diferentes mercados a los que estarán destinados.
Las características más destacadas de la nueva plataforma Large son:
- Está diseñada para ofrecer trenes motrices electrificados, tanto Mild Hybrid como Plug-In Hybrid
- Los motores de combustión van montados en posición longitudinal
- La tracción es al eje trasero, aunque en todos los casos es posible incorporar tracción integral.
- La transmisión automática es nueva, de 8 velocidades.
La configuración de motores en posición longitudinal con tracción posterior por supuesto que no es ninguna innovación por parte de Mazda. De hecho, se trata de un layout bastante común en las marcas premium como BMW o Mercedes-Benz, pero no en sus modelos pequeños, sino a partir de modelos como Serie 3 y Clase C para arriba.
Sin embargo, fieles a su tradición de hacer las cosas a su manera, Mazda presenta algunas soluciones muy particulares para la plataforma Large.
Empezando con la ubicación de los componentes: motor, transmisión y batería (en el caso de los PHEV), todos van montados hacia el centro para mejorar la dinámica de conducción. La batería por ejemplo va debajo de los asientos frontales.
Se puso especial atención en aspectos como la rigidez estructural, minimización de vibraciones y mejor distribución de las diferentes fuerzas que se ejercen durante el funcionamiento del vehículo. Todo con la intención de entregar vehículos más silenciosos, refinados y con buen manejo.
La suspensión es de doble horquilla adelante y multibrazo atrás, con los amortiguadores de los ejes alineados de forma paralela y con inclinación ligeramente hacia atrás. Esto porque según Mazda, así se consiguen movimientos longitudinales de la carrocería más naturales para los pasajeros al pasar por caminos irregulares o un tope por ejemplo.
Asimismo, para mejorar el agarre en curvas, Mazda desarrolló una tecnología denominada Kinematic Posture Control, que funciona de manera similar al G-Vectoring Control que se utiliza en los vehículos de tracción frontal.
A manera de ejemplo, al momento de entrar a una curva hacia la derecha, naturalmente el peso se transfiere a la izquierda provocando que la carrocería se incline a ese mismo lado. Lo que sucede con las ruedas internas es que, al perder peso, pierden apoyo, particularmente el neumático trasero. Lo que hace esta tecnología es aplicar pequeñas fuerzas de frenado sobre la rueda trasera interna, controlando en buena medida el balanceo de la carrocería y mejorando el grip.
Motores electrificados
Estarán disponibles dos motores de seis cilindros en línea (L6) con tecnología Mild Hybrid, uno diésel y otro a gasolina, que la marca denomina e-SKYACTIV X. También se ofrecerá un sistema Plug-in Hybrid que consiste en mecánicas de 4 cilindros + un motor eléctrico.
El L6 de gasolina, así como el PHEV, están confirmados para arribar al mercado de Estados Unidos, aunque Mazda no se ha pronunciado con respecto si llegan a Latinoamérica.
Sobre el motor e-Skyactiv X, de 3.0 litros de desplazamiento de gasolina o 3.3 litros turbodiésel, habrá que esperar todavía un poco más para conocer todos los detalles técnicos. Por el momento se sabe que el grado de electrificación será mediante un sistema Mild Hybrid de 48 volts.
La decisión en estos tiempos de incorporar un 6 cilindros es un tanto extraña y Mazda se ha limitado a informar que encontró en esta configuración un muy buen balance entre desempeño y consumo.
Por lo que hace al Plug-In Hybrid, emplea el motor a gasolina Skyactiv de 2.5 litros aspirado que conocemos desde hace buen tiempo, aunque con algunas modificaciones menores. Dicha mecánica se complementa con un motor eléctrico que se alimenta de una batería de iones de litio de 17,8 kWh. La potencia total del sistema es de 323 Hp y 502 Nm de par.
Hay un embrague ubicado entre el motor de combustión y el motor eléctrico, que sirve para desacoplar el primero y así funcionar en modo EV. Luego del motor eléctrico está la transmisión.
Este arreglo permite obviamente que ambos motores funcionen en paralelo cuando toda la potencia del sistema es requerida y, además, el motor eléctrico tiene disponibles los cambios de la transmisión, algo bastante fuera de lo común.
Transmisión automática de 8 velocidades
Completamente desarrollada por Mazda, la caja automática de 8 velocidades tiene una particularidad muy interesante. Es de engranes planetarios, pero a diferencia de casi todo lo que hay en el mercado, el acoplamiento no se produce a través de un convertidor de par, sino de un embrague multidisco.
Hay un par de razones por las que los ingenieros de la marca optaron por esta solución, en primera instancia, porque es un acoplamiento más rápido y eficiente, con lo cual la entrega de potencia es más inmediata. Y en segunda, porque los convertidores de par son muy voluminosos y pesados. Entonces, el ahorro de espacio se traduce en mejor espacio para las piernas del conductor.
Evidentemente no todo es perfecto. Al haber embrague en lugar de convertidor de par, hay desgaste y Mazda asegura que se tomaron las precauciones necesarias para que la durabilidad sea muy prolongada.