Un accidente automovilístico, además de poner en riesgo tu vida, puede arruinar tu día completo, con demoras, gastos de reparación del auto, cuestiones de responsabilidad civil, lidiar con la autoridad y por supuesto curar alguna lesión.
Por todo lo anterior a continuación te decimos las cinco cosas que no debés hacer después de un accidente.
1. Dejar la escena del choque
Digamos que chocás contra otro auto, pero el daño es menor. Nadie parece estar herido a primera vista y entonces decidís irte sin más preámbulo.
Esta no es la mejor opción. Independiente si el accidente no luce ostentoso, lo primordial es detenerse, hablar con la otra persona involucrada y ver si se encuentra bien. En algunos países, coo en Argentina, huir de la escena del accidente y no prestar ayuda es motivo de crimen. Si hay alguien herido, estás “obligado” a ayudarlo; incluso si es necesario llevar a él o ella al hospital.
2. No reportar el accidente
En países como Estados Unidos, cuando no hay daño físico aparente, reportar un accidente al 911 siempre será una ventaja, ya que, si surge alguna lesión que no estaba a la vista en ese momento, se puede reclamar al seguro posteriormente.
Por otro lado, reportar al accidente ante nuestro seguro siempre será mejor; con ello el agente de seguros podrá ver y determinar las condiciones de tu unidad, así como dejar registrado que tuviste un accidente. En caso de que sientas alguna lesión por mínima que sea, es necesario señalarlo para que te remitan a una atención médica.
3. Perder la calma
Chocar nuestro auto no es una experiencia agradable. Las emociones están usualmente muy elevadas y quizá estés herido. A pesar de todo esto, nunca es bueno perder la calma, especialmente hacia el otro conductor –incluso si él fue quien te golpeó.
Lo primero que tenés que hacer es ver si se encuentra bien. No empieces a buscar culpas, a gritarle o a insultarlo, no vas arreglar nada y ni beneficiarte. Respirá profundo y mantené la calma. Necesitas estar tranquilo para resolver la situación, llamar a tu seguro o en su caso a la policía.
Por otra parte algo que no debes hacer es decirle al otro conductor que fue tu culpa. Si hacés esto legalmente estás admitiendo que sos el responsable y te expones a cargar con los posibles gastos, multas o demandas. Sólo tranquilizate, asegúrate que todos están bien y sé amable.
4. No intercambiar datos
Intercambiá información de seguro con el afectado, datos personales, número de registro, número de placas para que cada uno pueda ocuparse de hacer la denuncia correctamente y avisar a su seguro. Tomar algunas fotos del siniestro también podría ser buena idea para protegerte por cualquier eventualidad.
5. Descuidar las secuelas
Después de pasar por el trauma del accidente, la denuncia a la policía y el reclamo al seguro, siempre es importante cuidar las secuelas legales o médicas. Si notás que tenés dolores o problemas de salud desde que sucedió la eventualidad, necesitas ver a un doctor. Quizá hasta necesites consultar un abogado si estás por enfrentar altos gastos de atención médica y poder demandar para obtener ayuda. Asimismo si el otro conductor quisiera tomar acción legal en contra tuya también necesitarás un representante.
Tené en cuenta que tenés que estar al pendiente de tu auto mientras está en reparación, así como con el seguro por cualquier eventualidad o retraso. El accidente y sus consecuencias no terminan hasta que tengas de vuelta tu unidad o el dinero correspondiente en el banco.