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Ventanas abajo o usar el aire acondicionado ¿En cuál consumes más gasolina?

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Ventanas abajo o usar el aire acondicionado ¿En cuál consumes más gasolina?

Hoy en día con los cambios de clima ocasionados por el calentamiento global y los altos precios de la gasolina, al viajar en auto optamos por tener las ventanas abajo o poner el aire acondicionado con la idea de no sufrir el calor exterior. Pero al hacer esto surge una pregunta ¿En cuál de ellas se consume más gasolina?

Para contestar esta pregunta hay dos factores a considerar. La primera tiene que ver en cómo trabaja el compresor de aire  en tu auto y cuánto combustible extra requiere el motor para mantenerlo funcionando. El segundo es la resistencia del viento que un vehículo se encuentra al moverse a cualquier velocidad. La mayoría de los autos modernos están diseñados para ser relativamente aerodinámicos, lo que les permite pasar a través del viento con un mínimo de oposición.

Sin embargo, cuando un vehículo tiene las ventanas abajo, el aire penetra en el mismo causando una resistencia que no existía cuando éstas estaban arriba. Lo anterior es como cuando un sujeto se avienta al vacío en un avión y abre su paracaídas, atrapa el aire causando una inmensa resistencia, suficiente para reducir la velocidad de la persona y pueda aterrizar seguro. A diferencia del paracaídas, definitivamente lo que no deseas es mucha oposición del viento en tu auto, ya que hace trabajar más al motor si deseas mantener la misma velocidad.

Así que ¿La resistencia del viento afecta más la economía de combustible que el aire acondicionado?

Cuando usar el aire acondicionado

Según un estudio realizado por la Society of Automotive Engineers (SAE) en EUA, conducir con las ventanas arriba y tener puesto el aire acondicionado es la manera más eficiente para ahorrar combustible. No obstante hay una circunstancia en que no lo es.

La investigación del SAE fue realizada en un túnel de viento de General Motors en una pista desierta. Ahí se forzó al viento a estar de frente y un poco de lado para simular viento cruzado. En ese lugar, las temperaturas y la velocidad del vehículo fueron fabricadas en el estudio. Dos unidades fueron utilizadas para la prueba, una era un SUV con un motor V8 de 8.1L y el otro era un sedán grande con un propulsor V8 de 4.6L. En general, ambos mostraron que manejar con las ventanas abiertas tiene un efecto significativamente negativo en la eficiencia de combustible, más que usar el aire acondicionado.

En el sedán, con las ventanas abajo, la economía se redujo en un 20%, mientras que para el SUV fue sólo del 8%. La investigación concluyó que entre más aerodinámico es un auto, mucho mayor resistencia se creará con las ventanas abiertas.

Cuando se conduce a velocidades superiores a 88.5 Km/h (55 mph) con las ventanas abajo, la eficiencia del combustible se reduce en un 20% o más. Aunque cabe aclarar que usar el aire acondicionado si disminuye el ahorro del combustible, pero en menor medida. Enfriar el aire a través del compresor sólo afecta el rendimiento en un 10%.

Por lo tanto si viajas a velocidades mayores a las mencionadas, lo mejor es usar el aire acondicionado. Pero, ¿Qué pasa a menor velocidad en traslados cortos?

Cuando usar las ventanas abiertas

Al manejar a velocidades bajas, usarás menos gasolina apagando el aire acondicionado y bajando las ventanas. Es más eficiente hacer esto dado que la resistencia del viento disminuye por la reducida velocidad que llevas.

Conforme al incremento de velocidad, aumenta la oposición del viento. Pero ésta no se incrementa de manera lineal, sino exponencial. Por ejemplo si estuvieras viajando a una velocidad de 112.7 Km/h (70 mph), hay en realidad cuatro veces más de fuerza sobre el vehículo que cuando manejas a 56.3 Km/h (35 mph). Así que incluso si la velocidad del vehículo es doblada, la resistencia se aumenta cuatro veces.

Si buscas una regla en general de ¿Cuándo cambiar las ventanas abiertas por el aire acondicionado para mejorar el ahorro de combustible? Los expertos recomiendan a una velocidad de 64.4 Km/h (40 mph).  La razón es porque a baja velocidad el motor está produciendo menos energía, así que tendría que trabajar mucho más para proveer de la misma a otros accesorios como el compresor de aire. Cuando el propulsor está operando a altas velocidades, ya está produciendo mucha energía tanto para el mismo como para otros equipos adicionales.